¿Qué falsos mitos nos cuentan sobre los seguros de vida? Es importante que leas con detenimiento este resumen de falsos mitos sobre los seguros de vida, si ya tienes uno te quedará mas claro y si aún no te has decidido a contratarlo, es el momento -repetimos- te recomendamos que lo leas es muy interesante.
El seguro de vida es un producto de ahorro y prevención con unas coberturas y prestaciones que cada vez son más amplias y personalizadas. Aunque tal vez sean el ‘fallecimiento’ y la ‘cobertura por incapacidad’ las garantías en las que los clientes reparan antes al pensar en este producto, el seguro de vida va mucho más allá y tiene unas características que son desconocidas generalmente para el gran público. Por ello, la aseguradora Aegon España ha elaborado un decálogo de que describe los falsos mitos sobre el seguro de vida para desmentir suposiciones y aclarar conceptos sobre un producto que, según datos de ICEA, habían contratado en 2017 un total de 29.747.162 de españoles.
1) Los seguros de vida solo cubren invalidez y fallecimiento
Estos productos cada vez sofistican más las coberturas y van más allá de las prestaciones comunes, como fallecimiento o invalidez absoluta. Además de las tradicionales de este producto, existen multitud de coberturas opcionales que pueden adherirse al seguro; tales como atención psicológica presencial, testamento online, diagnóstico de cáncer o enfermedades cardiovasculares y la gestión de la huella digital tras la defunción.
2) Los seguros de vida no incluyen asistencia médica o legal
Los seguros de vida pueden incluir pólizas o garantías adicionales con servicios enfocados a ayudar al asegurado y a las familias ante cualquier contingencia, tales como orientación médica 24 horas, orientación psicoemocional, ayuda a domicilio y, entre otros, testamento online e incluso servicios jurídicos y gestoría postmortem.
3) No puedo ahorrar con mi seguro de vida
Además de previsión, el seguro de vida es un instrumento de ahorro cada vez más habitual. Según estimaciones de ICEA, el ahorro gestionado en productos de seguro de vida alcanzó los 182.209 millones de euros en el primer semestre del 2017, casi un 4% más que el período anterior.
4) La póliza de las mujeres es más cara que la de los hombres
Las mujeres españolas, según datos del INE, suelen vivir de media unos cinco años más que los hombres pero no por ello tendrán que hacer frente a una póliza más cara. De hecho, desde diciembre de 2012 el Tribunal de Justicia Europea prohibió este tipo de discriminación por sexo en las pólizas.
5) Si tengo una profesión de riesgo no puedo tener un seguro de vida
Las aseguradoras calculan el precio del seguro de vida en base a tres variables: la edad actuarial del asegurado, su profesión y el capital a asegurar. Se pueden aplicar sobreprimas (partidas adicionales a la tarifa estándar) si el asegurado tiene una profesión de riesgo, practica deportes de riesgo… Además, existen otros factores personales; si es fumador o consumidor de alcohol, si tiene sobrepeso, enfermedades padecidas por el asegurado o sus parientes… que también influyen en la prima final.
6) Solo se puede contratar un seguro de vida a partir de los 18 años
El seguro de vida ha estado históricamente muy vinculado a la tranquilidad familiar, si bien la edad de contratación de la póliza no tiene que coincidir con la de formar una familia. Si atendemos a la edad legal mínima del asegurado, la normativa aseguradora en España establece que pueden contratar un seguro de vida cualquier persona residente en España, mayor de 14 años y que no esté en situación de invalidez legal.
7) Solo se puede contratar un seguro de vida hasta los 65 años
Al igual que existe una edad mínima de contratación de seguro de vida existe una edad de cobertura límite. Dependiendo de la compañía de seguros, una vez alcanzada esta edad máxima, que normalmente son los 65 años, la póliza dejará de ser efectiva.
8) No es necesario someterse a un reconocimiento médico para tener un seguro de vida
Para la contratación del producto el asegurado deberá cumplimentar un completo cuestionario y dependiendo de su estado de salud y del capital asegurado la compañía puede requerir pruebas médicas a mayores.
9) No puedo contratar un seguro de vida si tengo una enfermedad
Es totalmente posible que una persona con una enfermedad, crónica o no, pueda contratar un seguro de vida. Cada aseguradora, una vez estudiado el caso en particular y en función de la enfermedad, podrá llevarse a cabo la tramitación de una póliza de vida con normalidad o, dado el caso, se aplicaría una sobreprima o una limitación de garantías.
10) Es obligatorio contratar un seguro de vida con una hipoteca
Los seguros de vida vinculados a préstamos hipotecarios son una opción muy habitual aunque no obligatoria. En caso de contratar un seguro de vida vinculado a la hipoteca, lo idóneo es que el seguro de vida cubra el 100% del capital hipotecado en el supuesto de que uno de los miembros de la pareja fallezca.
Fuente:www.seguroslavanguardia.com